Es la primera experiencia de este tipo en Argentina: los dispositivos, con bandas luminosas y franjas reflectantes, buscan evitar colisiones de aves migratorias en la laguna de Mar Chiquita.
El Gobierno de Córdoba puso en marcha una experiencia inédita en el país: instaló desviadores de vuelo en las líneas eléctricas que atraviesan la Reserva Provincial Bañados del Río Petri y Laguna Mar Chiquita, en Ansenuza.
Los dispositivos incorporan bandas luminosas y franjas reflectantes amarillas visibles las 24 horas, que se mueven con el viento para captar la atención de las aves y evitar colisiones fatales, especialmente en condiciones de baja visibilidad.
La medida busca proteger la biodiversidad de Ansenuza, que alberga 380 especies de aves y recibe hasta medio millón de ejemplares migratorios cada año, entre ellos flamencos australes, parinas y falaropos.
“Estamos implementando una solución única en Argentina que combina infraestructura eléctrica segura con conservación ambiental”, destacó el subsecretario de Infraestructura Eléctrica, Ezequiel Turletto. Por su parte, el subsecretario de Biodiversidad, Miguel Magnasco, señaló que se trata de una política integral para reducir amenazas como electrocuciones, caza ilegal o atropellamientos de fauna.
Esta experiencia piloto se enmarca en el plan de modernización de la infraestructura eléctrica provincial y servirá como modelo para replicar en otras áreas naturales donde las redes atraviesan corredores biológicos críticos.
El acto de inauguración contó con autoridades provinciales, municipales y representantes de Aves Argentinas, quienes resaltaron que el proyecto demuestra cómo el desarrollo territorial puede armonizar con la preservación de la biodiversidad.