El vicepresidente de la Sociedad Rural admitió la “bronca” del sector ante los cambios constantes en los impuestos agropecuarios y negó que exista un pacto entre el Ejecutivo y las cerealeras.
Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural, sostuvo que en el campo existe “bronca” por las sucesivas modificaciones en las retenciones, aunque descartó que haya un acuerdo entre el gobierno y las compañías exportadoras.
Durante su declaración, Pereda explicó que en principio la medida de reducir los derechos de exportación fue presentada como “una forma rápida de apagar la corrida cambiaria”, pero apuntó que dicha política fue usada de modo recaudatorio en un contexto de alta tensión económica.
El dirigente señaló que el Estado bajó retenciones en febrero, luego las elevó en junio, las volvió a reducir en julio y, ahora, las volvió a aumentar, totalizando cuatro modificaciones desde comienzos del año.
Al referirse al beneficio de la baja de retenciones para la soja (26 %), Pereda aseguró que parte del ajuste quedó en manos de las cerealeras, que manejan la demanda y pueden “sobre-declarar” para ganar con la diferencia.
También planteó que el sector agropecuario puede generar dólares mucho más rápido que otros rubros si se eliminan estos “impuestos distorsivos” y reclamó al gobierno un programa claro que brinde predictibilidad para planificar inversiones.
Por último, Pereda negó que la eliminación breve de las retenciones sea fruto de un pacto conspirativo: lo calificó como una medida necesaria frente a la “corrida bancaria” de los últimos días, y aseguró que no debe interpretarse como un acuerdo con las cerealeras.