El primer tramo del swap prometido por Estados Unidos aún no tiene fecha definida, en medio del debate técnico en el Gabinete y la búsqueda de un banco internacional que respalde la renegociación de deuda.
La Secretaría del Tesoro de Estados Unidos evalúa enviar al Banco Central argentino un desembolso inicial de USD 5.000 millones como parte del swap de USD 20.000 millones comprometido, aunque aún no se ha decidido si ese envío se realizará antes de las elecciones de octubre.
El Gobierno argentino, por su parte, explora la contratación de un banco de Wall Street de primer nivel como asesor financiero para gestionar los futuros pagos de deuda con los bonistas.
Dentro del análisis técnico que lideran funcionarios del Tesoro estadounidense y del Ministerio de Economía argentino, se debaten dos opciones principales: un canje de bonos o una oferta temprana (“tender offer”).
Uno de los retos centrales radica en que en enero de 2026 no vencen bonos completos sino amortizaciones de capital parciales, lo que complica la implementación de ambas alternativas.
Aunque la administración Milei y su equipo prefieren adelantar el inicio del swap como señal política antes de los comicios, funcionarios del Tesoro de EEUU adoptan cautela y diseñan el desembolso “calzado” con los vencimientos de deuda argentinos.